Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo

Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo expresa.me

27 jun 2021 Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo expresa.me

Algunos niños son tímidos y no les gusta hablar con personas que no conocen. Por lo general, comienzan a hablar cuando se sienten más cómodos. Sin embargo, algunos niños no hablarán en determinados momentos, pase lo que pase. Este es el mutismo selectivo. A menudo resulta frustrante para el niño y para los demás.

Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo

¿Qué es el mutismo selectivo?

El mutismo selectivo (MS) es un trastorno de ansiedad infantil caracterizado por la incapacidad para hablar o comunicarse en ciertos entornos. La afección generalmente se diagnostica por primera vez en la infancia. Los niños que son selectivamente mudos no hablan en situaciones sociales específicas, como en la escuela o en la comunidad.

Un niño con MS puede pasar un año entero o más en un salón de clases sin hablar ni una vez con sus maestros, consejeros o compañeros. Por lo general, los niños con MS son amables y educados en el aula, por lo que su silencio puede malinterpretarse como timidez y nunca abordarse como una posible barrera para su aprendizaje. Además, los pediatras pueden decirles a los padres que la «timidez» pasará y disuadirá a las familias de buscar tratamiento.

El mutismo selectivo puede causar un deterioro significativo en la vida de un niño. Puede interferir con el desempeño de los niños en la escuela, tanto académica como socialmente. Puede evitar que los niños pidan ayuda si la necesitan, como decirle al maestro que necesitan ir al baño. Y puede evitar que los niños
participen en muchas actividades divertidas que requieren comunicación verbal, incluidas las citas para jugar. La buena noticia es que con la ayuda adecuada, los niños con MS pueden mejorar.

Signos de mutismo selectivo

Si su hijo tiene mutismo selectivo, puede notar que:

– Habla libremente en casa, pero se vuelve total o mayoritariamente no verbal en la escuela o con extraños.

– No hablará en los momentos en que debería, como en la escuela. Esto sucederá todo el tiempo en esa situación. Su hijo hablará en otros momentos y en otros lugares.

– Tiene expresión de un deseo de hablar reprimido por ansiedad, miedo o vergüenza.

– Incapacidad para hablar incluso con adultos conocidos (como los padres) en presencia de otros.

– No hablar se interpone en el camino de la escuela, el trabajo o las amistades.

– Tiene inquietud, evita el contacto visual, falta de movimiento o falta de expresión en situaciones temidas.

– Parece «cerrado» o «paralizado» en situaciones sociales.

– Este comportamiento dura al menos 1 mes. Esto no incluye el primer mes de escuela porque los niños pueden ser tímidos y no hablar de inmediato.

– Usa comunicación no verbal para expresar necesidades (Ej: Asentir con la cabeza, señalar).

– Tiene timidez, miedo a las personas y renuencia a hablar entre los 2 y los 4 años.

Causas del mutismo selectivo

Debido a que la afección tiende a ser bastante rara, los factores de riesgo de la afección no se comprenden completamente. Alguna vez se creyó que el mutismo selectivo era el resultado de abuso, trauma o trastorno infantil.

La investigación ahora sugiere que el trastorno está relacionado con la ansiedad social extrema y que es probable que exista una predisposición genética. Como todos los trastornos mentales, es poco probable que exista una sola causa.

Los niños que desarrollan la enfermedad:

– Tienden a ser muy tímidos.

– Pueden tener un trastorno de ansiedad.

– Tiene miedo a avergonzarse frente a otro niño.

– Quieren estar solos y no hablar con amigos u otras personas.

Otras causas potenciales incluyen el temperamento y el medio ambiente. Los niños con comportamiento inhibido o que tienen dificultades con el lenguaje pueden ser más propensos a desarrollar la afección. Los padres que tienen ansiedad social y conductas inhibidas del modelo también pueden desempeñar un papel.

El mutismo selectivo también suele coexistir con otros trastornos que incluyen:

– Ansiedad

– Depresión

– Retrasos del desarrollo

– Problemas de lenguaje

– Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

– Trastorno de pánico

Diagnóstico

El criterio principal para un diagnóstico de mutismo selectivo es la falta constante de hablar en situaciones sociales específicas en las que hay una expectativa de hablar (por ejemplo, en la escuela), a pesar de hablar en otras situaciones.

Además de este síntoma principal, los niños también deben mostrar lo siguiente:

– Los síntomas del mutismo selectivo deben haber estado presentes durante al menos un mes, y no simplemente durante el primer mes de clases.

– Su hijo debe comprender el lenguaje hablado y tener la capacidad de hablar normalmente en algunas situaciones (generalmente en casa con personas conocidas).

– Finalmente, la falta de habla debe interferir con el funcionamiento social o educativo de su hijo.

Los niños que dejan de hablar temporalmente después de emigrar a un país extranjero o experimentar un evento traumático no serían diagnosticados con mutismo selectivo.

Prueba de mutismo selectivo

Hable con su médico si le preocupa cómo y cuándo habla su hijo. Su hijo también debe consultar a un psicólogo o psiquiatra para ver si tiene un problema como la ansiedad. Un terapista del habla y el lenguaje, puede evaluar el habla y el lenguaje de su hijo. Estos expertos pueden trabajar con su familia y el maestro
de su hijo si hay problemas en la escuela.

Las pruebas de habla y lenguaje pueden incluir:

– Hablar con usted sobre el desarrollo y el historial médico de su hijo.

– Examinar la audición de su hijo.

– Ver qué tan bien se mueven los labios, la mandíbula y la lengua de su hijo.

– Ver qué tan bien entiende su hijo lo que otros le dicen.

– Escuchar lo bien que dice palabras, responde preguntas y habla sobre sus ideas.

Algunos niños no hablarán con el terapista. Si eso sucede, el terapista puede preguntarle si tiene un video de su hijo hablando.

Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo
Arturo Ignacio Siso Sosa: Mutismo Selectivo

Tratamiento para el mutismo selectivo

La buena noticia es que el mutismo selectivo es muy tratable con la atención adecuada. Los niños con MS responden mejor a la terapia conductual que se centra en ayudarlos a aprender a hablar en nuevos entornos, durante nuevas actividades y con nuevas personas.

El mutismo selectivo es más receptivo al tratamiento cuando se detecta temprano. Si su hijo ha estado en silencio en la escuela durante dos meses o más, es importante que el tratamiento comience lo antes posible.

El tratamiento para el mutismo selectivo puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambos.

– Psicoterapia

Un tratamiento común para el mutismo selectivo es el uso de programas de manejo del comportamiento.

Estos programas involucran técnicas como la desensibilización y el refuerzo positivo, aplicadas tanto en el hogar como en la escuela bajo la supervisión de un psicólogo.

– Medicación

La medicación también puede ser apropiada, particularmente en casos severos o crónicos, o cuando otros métodos no han dado como resultado una mejora. La elección de si utilizar o no medicación debe realizarse en consulta con un médico que tenga experiencia en la prescripción de medicamentos para la ansiedad en niños.

Tratamiento para los padres

Además de buscar el tratamiento profesional adecuado, hay cosas que puede hacer para ayudar a su hijo a controlar su afección.

– Informe a los maestros y otras personas que trabajan con su hijo: Los maestros a veces pueden frustrarse o enojarse con los niños que no hablan. Puede ayudar asegurándose de que el maestro de su hijo sepa que el comportamiento no es intencional. Juntos deben alentar a su hijo y ofrecer elogios y recompensas por comportamientos positivos.

– Elija actividades que se adapten a sus habilidades actuales: No obligue a su hijo a participar en situaciones o actividades sociales que exigen comunicación hablada. En su lugar, elija actividades que no impliquen el habla, como leer, hacer arte o hacer rompecabezas.

– Premie el progreso pero evite el castigo: Donde recompensar los pasos positivos hacia el habla es algo bueno, castigar el silencio no lo es. Si su hijo tiene miedo de hablar, no superará este miedo mediante la presión o el castigo.

– No presione a su hijo: La aceptación de los padres y la participación de la familia son importantes en el tratamiento, pero debe evitar tratar de obligar a su hijo a hablar. Presionar a su hijo solo aumentará sus niveles de ansiedad y hará que hablar sea más difícil. Concéntrese en mostrar su apoyo y aceptación de su
hijo.

Consejos para ayudar a los niños a hablar

– Utilice elogios etiquetados: en lugar de simplemente decir «¡Buen trabajo!» , sea específico: «¡Buen trabajo al decirnos que quiere jugo!» De esta manera, los niños saben exactamente por qué los elogian y se sienten motivados para seguir haciéndolo.

– Espere 5 segundos: a menudo no les damos a los niños suficiente tiempo para responder. Esperar cinco segundos sin repetir la pregunta o dejar que nadie responda por un niño es una buena regla general. También ayuda a los niños a aprender a tolerar su ansiedad.

– Practique el eco: repita o parafrasee lo que dice el niño. Esto lo refuerza y ​​le permite saber que ha sido escuchada y comprendida. Para los niños que hablan en voz muy baja, repetir lo que dicen también les ayuda a participar en grupos más grandes.

– Sea un comentarista deportivo: haga un resumen, jugada por jugada, de lo que está haciendo el niño: «Estás dibujando una flor» o «Veo que estás señalando la imagen en el libro». Esto ayuda a transmitir interés en lo que hace el niño y es una buena técnica a la que recurrir cuando no habla.

– Reformule su pregunta: en lugar de hacer preguntas que puedan responderse con un sí o un no, o, más a menudo, asintiendo o negando con la cabeza, haga una pregunta que tenga más probabilidades de generar una respuesta verbal. Intente darle opciones, como «¿Te gustaría una calcomanía de cachorro o una calcomanía de estrella?», o hacerle preguntas más abiertas «¿Qué deberíamos jugar ahora?».

En general, existe un buen pronóstico para el mutismo selectivo. A menos que exista otro problema que contribuya a la afección, los niños generalmente funcionan bien en otras áreas y no es necesario colocarlos en clases de educación especial.