Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia

Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia expresa.me

04 jul 2021 Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia expresa.me

La esquizofrenia es una condición de salud mental que generalmente aparece al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta. Su impacto en el habla, el pensamiento, las emociones y otras áreas de la vida puede afectar las interacciones sociales y las actividades cotidianas de una persona.

Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental grave y crónico que afecta la forma en que una persona piensa, actúa, expresa emociones, percibe la realidad y se relaciona con los demás. Aunque la esquizofrenia no es tan común como otras enfermedades mentales importantes, puede ser la más crónica y discapacitante.

Cuando la esquizofrenia está activa, los síntomas pueden incluir delirios, alucinaciones, habla desorganizada, problemas para pensar y falta de motivación. Sin embargo, con tratamiento, la mayoría de los síntomas de la esquizofrenia mejorarán en gran medida y la probabilidad de una recurrencia puede disminuir.

Si bien no existe cura para la esquizofrenia, la investigación está conduciendo a tratamientos innovadores y más seguros. Los expertos también están desentrañando las causas de la enfermedad mediante el estudio de la genética, la investigación del comportamiento y el uso de imágenes avanzadas para observar la estructura y función del cerebro. Estos enfoques encierran la promesa de terapias nuevas y más efectivas.

La complejidad de la esquizofrenia puede ayudar a explicar por qué existen conceptos erróneos sobre la enfermedad. La esquizofrenia no significa personalidad dividida o personalidad múltiple. La mayoría de las personas con esquizofrenia no son más peligrosas o violentas que las personas de la población general. Si
bien los recursos limitados de salud mental en la comunidad pueden conducir a la falta de hogar y hospitalizaciones frecuentes, es un error pensar que las personas con esquizofrenia terminan sin hogar o viviendo en hospitales. La mayoría de las personas con esquizofrenia viven con su familia, en hogares
grupales o solas.

La investigación ha demostrado que la esquizofrenia afecta a hombres y mujeres de manera bastante equitativa, pero puede tener un inicio más temprano en los hombres.

Las personas con esquizofrenia tienen más probabilidades de morir más jóvenes que la población general, en gran parte debido a las altas tasas de afecciones médicas concurrentes, como enfermedades cardíacas y diabetes.

Primeros síntomas de la esquizofrenia

La afección generalmente muestra sus primeros signos en hombres en la adolescencia o principios de los 20. Afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 30 años. El período en el que comienzan los síntomas y antes de la psicosis total se denomina período prodrómico. Puede durar días, semanas o incluso años. Puede ser difícil de detectar porque generalmente no hay un desencadenante específico.

Es posible que solo note cambios sutiles de comportamiento, especialmente en los adolescentes, esto incluye:

– Cambio de calificaciones

– Retiro social

– Dificultad para concentrarse

– Cambios de temperamento

– Dificultad para dormir.

Síntomas generales

La esquizofrenia afecta a diferentes personas de diferentes maneras, pero existen algunos síntomas comunes:

1.- Alucinaciones

Algunas personas experimentan alucinaciones. El tipo más común es escuchar voces, pero las alucinaciones pueden afectar todos los sentidos. Por ejemplo, una persona también puede ver, sentir, saborear u oler cosas que realmente no existen.

2.- Delirios

Una persona que experimenta delirios puede creer que algo es cierto cuando no hay pruebas sólidas de ello.

Por ejemplo, pueden creer que:

– son muy importantes

– alguien los está persiguiendo

– otros intentan controlarlos de forma remota

– tienen poderes o habilidades extraordinarios

3.- Pensamiento y habla confusos

El pensamiento y el habla de una persona pueden saltar de un tema a otro sin ninguna razón lógica. Por lo tanto, puede resultar difícil seguir lo que la persona está tratando de decir.

También puede haber problemas de memoria y dificultad para comprender y utilizar la información.

4.- Falta de Motivación

La persona puede descuidar las actividades cotidianas, incluido el cuidado personal.

5.- Expresión emocional

La persona puede responder inapropiadamente o no responder en absoluto a ocasiones tristes o felices.

6.- Comunicación

Los patrones inusuales de pensamiento y habla de la persona pueden dificultarle la comunicación con los demás.

7.- Vida social

La persona puede retraerse socialmente, posiblemente por temor a que alguien le haga daño.

8.- Catatonia

En esta condición, la persona puede dejar de hablar y su cuerpo puede permanecer fijo en una sola posición durante mucho tiempo.

Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia
Arturo Ignacio Siso Sosa: Entendiendo la Esquizofrenia

Causas

Se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia. Pero al igual que el cáncer y la diabetes, la esquizofrenia es una enfermedad real con una base biológica.

Los investigadores han descubierto una serie de cosas que parecen hacer que una persona sea más propensa a contraer esquizofrenia, que incluyen:

1.- Herencia genética

Si no hay antecedentes de esquizofrenia en una familia, las posibilidades de desarrollarla son menos del 1%. Sin embargo, el riesgo de una persona aumenta si uno de sus padres tiene un diagnóstico.

2.- Circuitos y química del cerebro

Las personas con esquizofrenia pueden no ser capaces de regular las sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores que controlan ciertas vías o «circuitos» de las células nerviosas que afectan el pensamiento y el comportamiento.

3.- Un desequilibrio químico en el cerebro

La esquizofrenia parece desarrollarse cuando hay un desequilibrio de un neurotransmisor llamado dopamina, y posiblemente también serotonina, en el cerebro.

4.- Factores ambientales

Cosas como infecciones virales, exposición a toxinas como la marihuana o situaciones muy estresantes pueden desencadenar esquizofrenia en personas cuyos genes los hacen más propensos a contraer el trastorno. La esquizofrenia surge con mayor frecuencia cuando el cuerpo está experimentando cambios hormonales y físicos, como los que ocurren durante la adolescencia y la juventud.

¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?

Si hay síntomas de esquizofrenia, el médico realizará un historial médico completo y, a veces, un examen físico. Si bien no existen pruebas de laboratorio para diagnosticar específicamente la esquizofrenia, el médico puede usar varias pruebas, y posiblemente análisis de sangre o estudios de imágenes cerebrales, para
descartar otra enfermedad física o intoxicación (psicosis inducida por sustancias) como la causa de los  síntomas.

Si el médico no encuentra otra razón física para los síntomas de la esquizofrenia, se remite a la persona a un psiquiatra o psicólogo, profesionales de la salud mental capacitados para diagnosticar y tratar enfermedades mentales. Los psiquiatras y psicólogos utilizan entrevistas y herramientas de evaluación especialmente diseñadas para evaluar a una persona en busca de un trastorno psicótico. El terapeuta basa su diagnóstico en el informe de síntomas de la persona y la familia y en su observación de la actitud y el comportamiento de la persona.

A una persona se le diagnostica esquizofrenia si tiene al menos dos de estos síntomas durante al menos 6 meses:

– Alucinaciones

– Discurso desorganizado

– Comportamiento desorganizado o catatónico

– Síntomas negativos, como falta de habla, estancamiento emocional o falta de motivación

Durante los 6 meses, la persona debe tener un mes de síntomas activos. Los síntomas deberían afectarlos de manera negativa socialmente o en el trabajo, y no pueden ser causados ​​por ninguna otra afección.

Tratamiento

La esquizofrenia es una afección de por vida, pero un tratamiento eficaz puede ayudar a una persona a controlar los síntomas, prevenir recaídas y evitar la hospitalización.

La experiencia de cada persona será diferente y un médico adaptará el tratamiento a la persona.

Algunas opciones de tratamiento incluyen:

– Fármacos antipsicóticos

Estos pueden ser de uso diario o de uso menos frecuente si la persona opta por medicamentos inyectables, que pueden durar hasta 3 meses entre inyecciones (según el medicamento).

– Asesoramiento

Esto puede ayudar a una persona a desarrollar habilidades de afrontamiento y a perseguir sus metas de vida.

– Atención especial coordinada

Esto integra los servicios de medicación, participación familiar y educación en un enfoque holístico.

Rehabilitación y convivencia con esquizofrenia

El tratamiento puede ayudar a muchas personas con esquizofrenia a llevar una vida muy productiva y gratificante. Al igual que con otras enfermedades crónicas, algunos pacientes evolucionan extremadamente bien mientras que otros continúan teniendo síntomas y necesitan apoyo y asistencia.

Una vez que se controlan los síntomas de la esquizofrenia, varios tipos de terapia pueden continuar ayudando a las personas a controlar la enfermedad y mejorar sus vidas. La terapia y los apoyos psicosociales pueden ayudar a las personas a aprender habilidades sociales, afrontar el estrés, identificar los primeros signos
de alerta de una recaída y prolongar los períodos de remisión. Debido a que la esquizofrenia suele aparecer en la edad adulta temprana, las personas con el trastorno a menudo se benefician de la rehabilitación para ayudar a desarrollar habilidades para el manejo de la vida, completar la formación profesional o educativa y mantener un trabajo.

Para muchas personas que viven con esquizofrenia, el apoyo familiar es particularmente importante para su salud y bienestar. También es fundamental que las familias estén informadas y reciban apoyo.

El optimismo es importante y los pacientes, los miembros de la familia y los profesionales de la salud mental deben ser conscientes de que muchos pacientes tienen un curso favorable de la enfermedad, que a menudo se pueden abordar los desafíos y que los pacientes tienen muchas fortalezas personales que deben
reconocerse y apoyarse.